Reflexiones desde mi silla de mimbre.

6/3/10

Zamarreo

En casa, en las reuniones familiares, en el doctor y en el metro. En todos lados, todo el mundo cuenta cómo y dónde pasó el terremoto. Será imborrable ese momento en que todos pasamos de la sonrisita de nervio a una mueca de espanto. O los que despertaron de un sueño cómodo a una pesadilla de verdad.

Lo que empezó como un temblor -de los típicos- terminó siendo un zamarreón. Y en todos los sentidos.

Atrás vamos a tener que dejar el zamarreo de los saqueos, los despachos "dantescos", las fotos con escombros y la pena infinita. Vamos a tener que transformar todo eso en movimiento. Hoy vivimos la teletón que logró mover a todos los chilenos. Y yo cacho que esa cuestión es el medio mérito si tenemos en cuenta que los sustos siempre lo dejan a uno paralizado. (Si hasta los magnates soltaron sus wiscachos y se acercaron para contestar teléfonos y saludar a sus familias desde la tevé).

Yo estoy feliz. Me gusta lo que se viene, y le agradezco a la gente.

Un abrazo para todos.

(A todo esto, ¿vieron que la presi se abrazó con el enano gigante? Otro zamarreo, ¿vieron?)



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11/1/10

En la mañana

El taconeo de mamá en las mañanas por el piso flotante es un dolor en el alma. Es un dolor que se expande a los ojos, pasa por la garganta y se clava en los tímpanos. Es profundo. El martillo del vecino es un sonido almidonado al lado de los tacos de mamá. A veces sueño que mi papá vuelve a esos tiempos en que la tomaba en brazos y se la llevaba. Pero el príncipe ya ni se puede el maletín.

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Laura Victoria nace bajo el signo del escorpión dorado, pero no se entera de eso hasta unos días antes de dar vida a este blogo yet. Armada de valor, decide terminar con su cuadro de timidez y crear un blog para contar lo que cantado sale fome, y lo que en clases nadie quiere escuchar. Disfruta de la música, las revistas y de las críticas fliméfilas de su novio.